Distancia: 7,5 km
Faro del Cabo Higer |
Canal de Amuteko |
La etapa epílogo de la travesía
del Pirineo Sur es casi totalmente urbana. Partimos de Irún
recorriendo sus calles hacia Hondarribia con la que forma una
conurbación, ya que prácticamente no existe discontinuidad urbana.
Al poco de entrar en el término
municipal de Hondarribia, cruzamos el canal de Amuteko, junto al cual
se encuentra el aeropuerto de Donostia/San Sebastián.
A la zona fortificada de la villa
entramos por la Puerta de Santa María. Después de atravesar las
nobles y cuidadas calles del centro histórico, nos dirigimos a la
zona portuaria para recorrerla.
Al salir del puerto seguimos por
el paseo marítimo hacia el Norte, junto a la arena blanca de su
playa y enfrente de la costa francesa de Hendaya.
Puerta de Santa María |
Cuando llegamos al pequeño
Puerto Berria (berria: nuevo en euskera), tomamos un camino asfaltado
que asciende al faro pasando por el Castillo de San Telmo. Esta es
una construcción barroca del s.XVIII, edificada para defender el
puerto de los ataques piratas.
Al rodearlo dejamos el asfalto y
nos adentramos por un estrecho camino que bordea la Punta Uxando
primero y poco después la Punta Erdiko. El sendero nos situá a los
pies del faro del Cabo Híger, edificio de estilo neoclásico
construido en 1878.
Nos acercamos a la orilla rocosa
del cabo, frente a la isla de Amuitz, donde los depósitos de
areniscas se hunden en el mar Cantábríco.
Aquí finaliza nuestra travesía
pirenaica, junto a un mar en calma con marea baja y el cielo encapotado y gris. Con alegría desbordada por el objetivo alcanzado nos abrazamos y lo celebramos.
Entre Octubre de 2013 y Junio de 2018, a lo largo de 47 etapas
distribuidas en recorridos de entre 5 y 9 días, hemos disfrutado de
este emocionante sendero de Gran Recorrido.
Nos hemos enriquecido con las
experiencias compartidas día a día. Nuestro conocimiento del medio,
tanto físico como humano, ha crecido y el interés por los Pirineos
ha aumentado más si cabe. La belleza y espectacularidad de muchos de
los rincones de estás montañas nos han conmovido.
Playa de Hondarribia |
Se acerca el final de la travesía |
Por supuesto, no siempre ha sido
divertido. Las condiciones meteorológicas adversas, curiosamente
durante el primer tramo de la travesía y en este último, así como
la dureza de algunas etapas de alta montaña, en especial en el
Pirineo Central, nos han recordado nuestra condición humana y cuales
son nuestras limitaciones.
Pero en cualquier caso, la
experiencia ha sido fascinante y ha valido la pena el esfuerzo.
Los Pirineos nunca nos defraudan
y, mientras los respetemos y conservemos, ahí estarán siempre para
que podamos seguir disfrutándolos.
Cabo Higer y la isla de Amuitz |
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