Etapa 32. San Nicolás de Bujaruelo – Refugio de Bachimaña



Distancia: 20,6 km
Desnivel acumulado en subida: 1.440 m
Desnivel acumulado en bajada: 606 m

Enlace al track de la etapa

Ibones de Batanes y macizo de Vignemale

Valle de Bujaruelo
San Nicolás de Bujaruelo (1340 m) fue un lugar habitado al menos desde la Edad Media hasta el siglo XVIII. En el s. XII, la Orden de los Hospitalarios construyó el Hospital de San Nicolás, para acoger a los peregrinos que procedían de Francia, sobre todo por el Puerto de Bujaruelo. La iglesia, actualmente en ruinas, y el puente sobre el río Ara son de estilo románico y originarios del s. XIII.
En la historia más reciente fue un paso de contrabandistas, por lo que se edificó un cuartel de carabineros. Hoy es una zona de acampada y esparcimiento con un restaurante-camping-refugio, al que se accede desde Torla por una pista en buen estado.
La ruta que vamos hacer no sigue completamente el sendero GR11, puesto que no pasamos por los Baños de Panticosa, sino que nos dirigimos directamente al refugio de los Ibones de Bachimaña tomando un atajo, tal como describiré más adelante.
Cascada río Otal
Así que, abandonamos el cómodo refugio de Bujaruelo, retrocediendo unos metros por el camino que llegamos el día anterior. Poco después de cruzar el puente medieval, seguimos las marcas rojiblancas del GR11 que nos conducen por la orilla izquierda del río Ara. Pronto atravesamos el barranco de Sandaruelo y continuamos por la ribera del Ara hacia el oeste.
El fondo llano del valle se ensancha y el río circula mansamente. Atravesamos una pradera moteada de abundantes matas de boj junto con serbales de los cazadores, tejos y abetos.
Llegamos a una pista, cuando vemos en la vertiente opuesta (SO) cómo se precipita el río Otal por una larga cascada que corta el bosque mixto.
Garganta del río Ara
Este río se origina en el valle colgado de Otal, de origen glaciar, que tiene una historia geomorfológica similar al de La Larri en Pineta. La morrena lateral del glaciar del Ara, cerró la salida de su afluente el Otal, dejándolo suspendido sobre el valle principal, que fue sobreexcavado por la acción del hielo.
En la vertiente sur del valle de Otal se encuentra la Sierra de Tendereña y la Peña Otal o Arañonera, de calizas terciarias cuyos estratos están muy verticales, lo que ha favorecido una profunda karstificación. En consecuencia, se ha formado un sistema subterráneo de una extensión y profundidad considerables, teniendo en cuenta que se conocen más de 43 km de recorrido y un desnivel de 1.349 metros. Estos datos sitúan al sistema kárstico de Arañonera en el 6º más profundo de la península y el 21º más grande del mundo. Por él circulan ríos subterráneos que tienen su salida en la surgencia de Santa Ana, cerca del río Ara.
Entramos en una parte del valle de Bujaruelo en el que el río Ara se ha encajado entre calizas negras tableadas, un depósito que aflora en repetidas ocasiones alternándose con las pizarras negras. En este tramo nos introducimos en un frondoso hayedo, en el que no faltan ejemplares de mostajos, arces, fresnos o serbales, mientras el camino gira hacia el norte.
Fabar de Ordiso
Cuando llevamos aproximadamente un km y medio de pista, surge a la izquierda un sendero que en un par de minutos nos conduce a un puente colgante sobre el río Ara, lo que nos permitirá observar la garganta que el río ha excavado, con sus saltos y pozas de aguas cristalinas. Echamos un vistazo y regresamos a la pista y al GR.
La pista de tierra finaliza junto a la Cabaña del Vado (1590 m), cerca del puente que cruza el río Ara para subir al Valle de Ordiso, que se encuentra al oeste. Aquí nos corta el paso un guarda forestal, porque se está preparando una batida de caza. Por suerte, los cazadores van a Ordiso y nosotros a Batanes, por lo que nos dejan pasar después del intercambio de información.
En la vertiente de umbría del valle de Ordiso se halla el Fabar de Ordiso un extenso hayedo (fabar=hayedo en aragonés) surcado por varios torrentes.
Valle alto del Ara
La senda continúa hacia el norte rodeada de bojes, subiendo un escalón que nos sitúa en una zona amplia y herbosa, donde el barranco Cardal confluye con el Ara.
Nos mantenemos en la orilla izquierda del río, que vuelve a encajarse entre las calizas negras. Después de atravesar un breve bosquecillo, nos encontramos con los vastos pastizales del valle alto de Bujaruelo, que se extienden sobre calizas grises y pizarras, a los pies de la vertiente sur del macizo de Vignemale (3299 m). A nuestro alrededor las vacas pacen a sus anchas.
Alcanzamos el refugio Labaza (1800m), junto al desagüe de este barranco en el río Ara. Sus aguas proceden del deshielo de los neveros del circo formado entre el Pico Central (3227 m) y Pico del Medio (3128 m), que están sobre nuestras cabezas.
Cascada del barranco de Batanes
En la cota 2000 m, el GR11 tuerce a la izquierda (O), abandonando el camino tradicional de Cauterets que hemos estado recorriendo, y cruza el río Ara. Subimos por el barranco de los Batanes, pasando junto a la cascada que éste forma al despeñarse sobre el Ara.
Dejamos los prados para introducirnos en el mundo de los canchales, derrubios de las laderas graníticas del valle. Entramos en el afloramiento de granodioritas de Panticosa, que vamos a atravesar hasta los Ibones Azules, en la próxima etapa.
Vamos ahora ascendiendo los umbrales rocosos, rodeando por la derecha (N) los tres ibones de Batanes (2360-2420m), por tarteras y caos de bloques. Cómo en muchos valles elevados del Pirineo, las marmotas se han adueñado de este aislado rincón.
Marmota en Batanes
Finalmente coronamos el Puerto Viejo de Brazato (2566 m), la cota más alta de la etapa. Frente a nosotros, al noroeste, se alzan las cumbres del macizo de Argualas, Picos del Infierno y Balaitus, donde se concentran 18 tresmiles, los más occidentales de los Pirineos. Y a nuestras espaldas (E) el macizo fronterizo de Vignemale (3299 m), con 16 cumbres por encima de los 3000 m, y que posee el segundo glaciar en extensión del Pirineo, el Glacier d'Ossoue.
Ahora comenzamos a descender, por terreno muy descompuesto, rodeando por el sur la cubeta que aloja los Ibones Altos de Brazato y llegamos a la presa del Embalse de Brazato (2394 m). Aquí la senda gira al norte y, tras atravesar unos canchales, se cruza con una tubería que procede de la presa de Brazato.
Ibones de Brazato y macizo de Argüalas e Infiernos
En este punto (2200 m), bajo los Picos del Serrato (2509 m), el sendero GR-11 continua descendiendo por interminables zigzag hasta los Baños de Panticosa (1640 m), que vemos en el fondo del valle junto al su lago, y desde allí sube hasta el refugio de los Ibones de Bachimaña (2190 m). Pero nosotros vamos a ahorrarnos esta bajada y subida, tomando un camino poco transitado y sin marcas que nos lleva directamente al refugio, siguiendo en parte la mencionada conducción que tenemos a nuestros pies.
Así que, abandonamos el GR y nos desviamos hacia el norte manteniendo la cota. En ocasiones hay que caminar sobre el conducto, pero la mayoría del tiempo en paralelo a él. El tramo, de poco más de 1 km, es incómodo ya que no se trata de un sendero al uso, y a veces es bastante aéreo, al estar picado sobre paredes verticales. Con condiciones climáticas adversas (nieve, tormenta, viento, ...) hay que tener mucha precaución.
Cascada y pico de Lavaza
Refugio de los Ibones de Bachimaña
Trasponemos un par de túneles, por lo que es necesario usar la frontal. Después de éstos, al llegar a una construcción se desecha la canalización, que se precipita hasta los Baños de Panticosa, y ascendemos brevemente, guiados por unos hitos, para continuar por un sendero que comienza a descender. Tras unos 700 m giramos a la derecha (E), y ya divisamos el refugio de Bachimaña sobre un umbral granítico.
Vadeamos el barranco de Lavaza (2160 m), sobre una cascada. 
Proseguimos hacia el norte, siguiendo el reguero de hitos y caminando sobre el roquedo granítico. De nuevo hay que tener precaución ya que cortamos una pendiente rocosa bastante pronunciada y el camino tiene su riesgo si está mojado o helado. En unos minutos llegamos al magnífico refugio de los ibones de Bachimaña (2190 m).

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