Distancia: 20,6 km
Desnivel acumulado
en subida: 1.440 m
Ibones de Batanes y macizo de Vignemale |
Valle de Bujaruelo |
En la historia más reciente fue un paso de contrabandistas, por lo
que se edificó un cuartel de carabineros. Hoy es una zona de
acampada y esparcimiento con un restaurante-camping-refugio, al que se
accede desde Torla por una pista en buen estado.
La ruta que vamos hacer no sigue completamente el sendero GR11,
puesto que no pasamos por los Baños de Panticosa, sino que nos
dirigimos directamente al refugio de los Ibones de Bachimaña tomando
un atajo, tal como describiré más adelante.
Cascada río Otal |
El fondo llano del valle se ensancha y el río circula mansamente.
Atravesamos una pradera moteada de abundantes matas de boj junto con
serbales de los cazadores, tejos y abetos.
Llegamos a una pista, cuando vemos en la vertiente opuesta (SO) cómo
se precipita el río Otal por una larga cascada que corta el bosque
mixto.
Garganta del río Ara |
En la vertiente sur del valle de Otal se encuentra la Sierra de
Tendereña y la Peña Otal o Arañonera, de calizas terciarias cuyos
estratos están muy verticales, lo que ha favorecido una profunda
karstificación. En consecuencia, se ha formado un sistema
subterráneo de una extensión y profundidad considerables, teniendo
en cuenta que se conocen más de 43 km de recorrido y un desnivel de
1.349 metros. Estos datos sitúan al sistema kárstico de Arañonera
en el 6º más profundo de la península y el 21º más grande del
mundo. Por él circulan ríos subterráneos que tienen su salida en
la surgencia de Santa Ana, cerca del río Ara.
Entramos en una parte del valle de Bujaruelo en el que el río Ara se
ha encajado entre calizas negras tableadas, un depósito que aflora
en repetidas ocasiones alternándose con las pizarras negras. En este
tramo nos introducimos en un frondoso hayedo, en el que no faltan
ejemplares de mostajos, arces, fresnos o serbales, mientras el camino
gira hacia el norte.
Fabar de Ordiso |
La pista de tierra finaliza junto a la Cabaña del Vado (1590 m),
cerca del puente que cruza el río Ara para subir al Valle de Ordiso,
que se encuentra al oeste. Aquí nos corta el paso un guarda
forestal, porque se está preparando una batida de caza. Por suerte,
los cazadores van a Ordiso y nosotros a Batanes, por lo que nos dejan
pasar después del intercambio de información.
En la vertiente de umbría del valle de Ordiso se halla el Fabar de
Ordiso un extenso hayedo (fabar=hayedo en aragonés) surcado por
varios torrentes.
Valle alto del Ara |
Nos mantenemos en la orilla izquierda del río, que vuelve a
encajarse entre las calizas negras. Después de atravesar un breve
bosquecillo, nos encontramos con los vastos pastizales del valle alto
de Bujaruelo, que se extienden sobre calizas grises y pizarras, a los
pies de la vertiente sur del macizo de Vignemale (3299 m). A nuestro
alrededor las vacas pacen a sus anchas.
Alcanzamos el refugio Labaza (1800m), junto al desagüe de este
barranco en el río Ara. Sus aguas proceden del deshielo de los
neveros del circo formado entre el Pico Central (3227 m) y Pico del
Medio (3128 m), que están sobre nuestras cabezas.
Cascada del barranco de Batanes |
Dejamos los prados para introducirnos en el mundo de los canchales,
derrubios de las laderas graníticas del valle. Entramos en el
afloramiento de granodioritas de Panticosa, que vamos a atravesar
hasta los Ibones Azules, en la próxima etapa.
Vamos ahora ascendiendo los umbrales rocosos, rodeando por la derecha
(N) los tres ibones de Batanes (2360-2420m), por tarteras y caos de
bloques. Cómo en muchos valles elevados del Pirineo, las marmotas se
han adueñado de este aislado rincón.
Marmota en Batanes |
Ahora comenzamos a descender, por terreno muy descompuesto, rodeando
por el sur la cubeta que aloja los Ibones Altos de Brazato y llegamos
a la presa del Embalse de Brazato (2394 m). Aquí la senda gira al
norte y, tras atravesar unos canchales, se cruza con una tubería que
procede de la presa de Brazato.
Ibones de Brazato y macizo de Argüalas e Infiernos |
Así que, abandonamos el GR y nos desviamos hacia el norte
manteniendo la cota. En ocasiones hay que caminar sobre el conducto,
pero la mayoría del tiempo en paralelo a él. El tramo, de poco más
de 1 km, es incómodo ya que no se trata de un sendero al uso, y a
veces es bastante aéreo, al estar picado sobre paredes verticales.
Con condiciones climáticas adversas (nieve, tormenta, viento, ...)
hay que tener mucha precaución.
Cascada y pico de Lavaza |
Refugio de los Ibones de Bachimaña |
Vadeamos el barranco de Lavaza (2160 m), sobre una cascada.
Proseguimos hacia el norte, siguiendo el reguero de hitos y caminando
sobre el roquedo granítico. De nuevo hay que tener precaución ya
que cortamos una pendiente rocosa bastante pronunciada y el camino
tiene su riesgo si está mojado o helado. En unos minutos llegamos al
magnífico refugio de los ibones de Bachimaña (2190 m).
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