Etapa 41. Otsagabia- Mendilatz



Distancia: 26,2 km
Desnivel acumulado en subida: 1.000 m
Desnivel acumulado en bajada: 950 m


Selva de Irati

Otsagabia
Amanece el día lluvioso cuando dejamos Otsagabia (760 m), esta vez hacia el Norte, por el camino empedrado que parte de detrás de la iglesia. Remontamos la empinada ladera en cortos zigzag hasta el Santuario de Nuestra Señora de Muskilda. Durante el ascenso encontramos, jalonando el camino, las tradicionales cruces de los calvarios cristianos.
Tras atravesar un robledal con abundante boj, llegamos a la ermita románica de Muskilda (1010 m). Construida inicialmente en el s. XII, fue restaurada en el XVII. Destaca su torre con techumbre cónica de tejas de madera. En su interior se encuentra una talla gótica del s. XV, representando a una Virgen risueña con el Niño. En los alrededores vemos fresnos, castaños y nogales.
Santuario de Nuestra Señora de Muskida
Dejamos atrás el santuario y ascendemos a la cima de Muskilda (1075 m) que se encuentra al Norte, muy cerca de allí. Después el sendero desciende la loma boscosa, cruza la carretera asfaltada que concluye en la ermita, y nos lleva a la Borda Subri (980 m), abandonando temporalmente el bosque de hayas y abetos. Cerca está El Haya de los 17 brazos.
Proseguimos subiendo por la carena hacia la Sierra de Abodi. Poco más arriba pasamos junto a la Borda Botín (1033 m), y a continuación el camino va girando hacia el Oeste. Vamos ganando altura superando varios hombros de las estribaciones meridionales de la sierra, mientras se intercalan los prados y los bosquecillos de boj, acebos y pinos.
Santuario de Nuestra Señora de Muskida
Aunque la mayor parte del camino sigue dominado por depósitos de flysch, aquí atravesamos un cabalgamiento en el que afloran calizas, margas y calcarenitas.
Alcanzamos el Paso de las Alforjas (1432 m), un collado abierto entre el pico de Abodi (1493 m) al Oeste y el Alto de Dukea (1476 m) al Este. En sus alrededores hay un grupo de dolinas, formadas sobre las calizas, un pequeño refugio, que nos resguarda de la intensa lluvia durante un rato, y uno de los 10 dólmenes que se encuentran repartidos por la Sierra de Abodi.
También encontramos un poste con indicaciones de los caminos que allí se cruzan. Desde 2010, cuando fue rectificado, el GR11 se dirige a Villanueva de Aezkoa/Hiriberri por el cordal de la sierra de Abodi hacia el Oeste.
Hoja de roble
Selva de Irati
Pero nosotros queremos visitar el corazón de Irati, por lo que nos encaminamos hacia el Norte por el antiguo camino que actualmente está señalizado en parte como GRT9.
Vamos a descender por la umbría de la Selva de Irati, el hayedo-abetal más importante del sur de Europa. En esta extensa masa forestal también crecen otras especies como el roble, el arce, el tilo, el tejo o el fresno. A la vez que acebos, avellanos o bojes, y por supuesto abundantes helechos, significado en euskera del topónimo Irati.
Al abrigo de la tupida formación boscosa, con suerte podremos tropezarnos con ciervos, corzos y jabalíes, junto con otros mamíferos menores cómo la marta, la nutria o el desmán de los Pirineos. A su vez, los cielos están surcados por carroñeras como el buitre y el quebrantahuesos, y rapaces como el halcón peregrino o el águila real.
Río Irati en la presa
Desde el Paso de las Alforjas, bajamos la zona de prados conocida por La Traviesa y enseguida nos adentramos en el denso hayedo-abetal por un camino ancho.
En la cota 1165 m se nos cruza una pista que tomaremos hacia la izquierda (O), abandonando el sendero GRT9. Caminaremos por ella poco más de 1 km, hasta desembocar en la carretera asfaltada NA-2012. Vamos a seguirla por la derecha (N) alrededor de 500 m para dejarla por otra pista de tierra que surge a nuestra izquierda (O).
Recorremos el cómodo camino de Antxorena, al tiempo que nos vamos acercando al embalse de Irabia, que retiene las aguas del río Irati.
Regata de Erlanz
El bosque comunal de Irati ha sido aprovechado intensivamente desde el s. XVI y sobre todo durante el s. XVIII, cuando proporcionaba la madera que la Marina Real española requería.
En este tramo son palpables las huellas que deja actualmente la explotación forestal de estos montes. Por un lado observamos los restos de las podas y los tocones, y también las pistas y surcos arrebatados a las laderas como consecuencia de las sacas de madera. Por otro lado, vemos los restos de maquinaria y materiales abandonados. Y por último, contemplamos la uniformidad de los ejemplares, tanto en edad cómo en porte, debido a la explotación planificada.
Yeguada en Mendilatz
Sin embargo, en este basto territorio aún hay muchos rincones salvaguardados con árboles centenarios en estado salvaje. Existen tres reservas naturales protegidas para preservar el bosque originario, y más adelante pasaremos por una de ellas, en Mendilatz.
Poco antes de que finalice la pista nos desviamos a la derecha (N) para descender a la presa del embalse y atravesarla. Esta tiene 44 m de altura y 158 m de longitud.
El embalse de Irabia fue construido en 1921-22, por la empresa El Irati SA fundada por un grupo de indianos del Valle de Aezkoa y posteriormente ampliado entre 1942-44. Se utiliza para generar energía eléctrica y como coto de pesca. En sus inicios, la presa también se usó para la suelta de troncos.
Una vez al otro lado, pasamos junto a la Casa de los Guardas (820 m) y continuamos por la pista cementada que asciende la Regata de Erlanz hasta el collado de Ibiaga (976 m).
Mendilatz
Desde el collado, ocupado por pastizales, descendemos el Regato de Arazola por la pista cementada. A nuestra derecha, dejamos un sumidero, que nos anuncia que estamos en terreno calcáreo, y poco después un curioso corral en forma de embudo.
Nos hallamos en la entrada a Irati por el valle de Aezkoa. Recorremos la Reserva Natural de Mendilatz, un espacio preservado en cuyos pastos se alimentan y sestean las yeguadas , entre hayas longevas, fresnos, robles, arces y avellanos monumentales.

Pasamos junto al área de acogida de Arrazola, que es un punto de información para el visitante con aparcamientos y servicios, abierto en temporada alta. Poco después llegamos al barrio de Larraun y el Albergue de Mendilatz (804 m),  final de esta etapa.  

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