Distancia: 18,3 km
Desnivel acumulado en subida: 1.420 m
Desnivel acumulado en bajada: 1.570 m
Río Aragón Subordán |
Temprano dejamos el acogedor refugio de Gabardito (1375 m) y
descendemos por la ladera boscosa, en dirección al fondo del valle
de Hecho. El predominio del pino silvestre no oculta la riqueza
vegetal de la foresta, así encontramos primero hayas, acebos,
majuelos, enebros enanos y según descendemos vemos bojes, avellanos,
abetos, fresnos y arces. Además, en este momento, al principio del
otoño, el suelo herboso está alfombrado de hongos.
Borda de Chiburro |
Vamos siguiendo pues, las marcas de la Senda de Camille y del GR11.1,
cortando las lazadas que hace la pista forestal que sube a Gabardito.
Cerca ya del río nos encontramos, junto a la pista, con la Fuente de
Balandín (1080 m), al abrigo de unas imponentes hayas.
Hayedo de la Selva de L'Espetal |
Enseguida llegamos a la carretera asfaltada de la Selva de Oza, que
cruzamos para seguir por la otra vertiente. Al llegar a los corrales
de la Borda de Catarecha, tomamos una senda a la izquierda señalizada
con marcas amarillas y blancas que sube a Lenito.
Poco más adelante se encuentra la bifurcación de los dos caminos
por los que hemos estado circulando desde hace un par de días.
Por la derecha (NE) continúa el GR11.1 en dirección a Garrinza,
donde enlaza con la rama principal del GR11 que va a Zuriza por el
collado de Petraficha. Este camino, a partir de ahora, se adentra en
la Selva de Oza, por encima de la garganta de la Boca del Infierno,
recorriendo en parte la calzada romana que atravesaba el Puerto del
Palo, muy utilizada durante la Edad Media hasta el s.X, como paso
pirenaico del Camino de Santiago.
Helechal y Cuello Marcón |
Este itinerario, que nos lleva también a Zuriza, es más corto y nos
parece un poco más montañero al tener que salvar la sierra de Alano
por el Paso de Tatxeras.
Comenzamos a subir el Solano de Lenito, por un camino de herradura
entre ribazos que atraviesa el espeso bosque. Al principio, lo que
abunda es el boj junto a arces, robles, fresnos, saúcos y
avellanos, pero según ascendemos van predominando el pino silvestre,
el haya y el acebo. Al acercarnos al collado el arbolado va clareando
dejando paso a los prados, como el que rodea a la Borda de Chiburro
(1490 m). Cerca de aquí está la Fuen Fría.
Estrecho de Allará |
Desde este lugar se puede ascender a la cima del Peña Forca en un
par de horas por el Cuello de Lenito d'Arriba y descender por la
vertiente opuesta hasta confluir con la Senda de Camille en la Foya
del Rincón. Esta variante, más deportiva y exigente, puede alargar
un poco más la etapa.
Nosotros desechamos esta opción y descendemos por el sendero hacia
La Reclusa, en la cabecera del Val d'Espetal, zigzagueando por el
umbrío hayedo de la Selva que ocupa la vertiente orientada al oeste.
En la empinada ladera, podemos observar los efectos que producen las
fuertes nevadas en la forma curva que adquieren los troncos de las
hayas jóvenes, al tener que soportar el peso de la nieve durante su
crecimiento.
Foya de Alano |
Proseguimos por un sendero que se encuentra a la derecha y comienza a
ganar altura rápidamente, encaramándose por el barranco de la
Fuente. Nos rodean arces, fresnos, bojes, hayas aisladas y abundantes
helechos.
Según subimos el arbolado nos abandona y nos quedamos con los prados
y sobre todo canchales. Trasponemos un caos de bloques calizos, para
llegar al Estrecho de Allará, entre el Cuello Marcón (2064 m) al
Oeste y el Alano Da Ralla (2131 m) al Este.
Después de superar el estrecho y unos estratos de calizas blancas,
alcanzamos la Foya del Rincón o de Alano, donde vemos una caseta de
pastores (1885 m).
Hacia el Achar de Alano |
Superando un par de lazadas llegamos al Paso de Tatxeras (1915 m),
también conocido como Puerto y Achar de Alano (achar = desfiladero).
Nos hallamos en la mitad de Sierra de los Alanos, rodeados de una
alineación de crestas y agujas calcáreas que se elevan altivas
sobre el valle de Zuriza. Sus estratos son una superposición de calizas,
dolomías y areniscas. Las dos primeras se reconocen por su color gris blanquecino y las últimas por los tonos ocres. El paisaje muestra la influencia del modelado kárstico en cada rincón. Vemos lapiaces surcando la roca caliza, también dolinas y depresiones que absorven las aguas de escorrentía, y se conocen profundas simas que se precipitan en las cavidades subterráneas que perforan la sierra.
Paso de Tatxeras |
Pisamos ya terreno margoso cuando, en la cota 1520 m, llegamos a una
pista que el sendero seguirá cortando, para salvar los zigzag.
Pasamos cerca de un par de corrales y entramos en el bonito hayedo
que rodea el Llano de Tatxeras (1280 m) al que llegamos en pocos
minutos.
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