Etapa 18. Àreu - Tavascan

Distancia: 16,9 km

Desnivel acumulado en subida: 1169 m

Desnivel acumulado en bajada: 1319 m

Enlace al track de la etapa

Vall de Cardós. Camino a Tavascan

Sant Feliu de la Força d'Àreu

     Salimos de Àreu (1240 m) retrocediendo unos metros hasta La Força d'Àreu, donde reencontramos el sendero GR-11. Este núcleo de población era la fortaleza amurallada de Àreu, de ahí su nombre. En su interior se encuentra la iglesia románica de Sant Feliu originaria de los s. XI-XII, aunque restaurada a finales del s.XX. Rodeamos las casas por el norte pasando a espaldas de la iglesia.

      Comenzamos una fuerte subida, sin contemplaciones, en cortos y continuos zigzag, por un camino tradicional que nos llevará al Coll de Tudela, remontando 1000 m en apenas 5 km.

       Al principio, el sendero transita entre avellanos y castaños siguiendo unos muros de piedra seca que cercan pequeños prados. Cruzamos varias veces una pista forestal al tiempo que nos introducimos en un denso bosque de pino silvestre con caducifolias tales como abedules, robles y sauces cabrunos.

Bordes de Costuix

     A mitad de ascensión vadeamos el Barranc de Ribes junto a un abrevadero de ganado y, a continuación, pasamos por las Bordes de Costuix (1740 m) en una zona herbosa más llana aprovechada para el pasto.

      En los alrededores surgen algunos abetos de considerable tamaño y según ascendemos el pino albar es sustituido por el pino negro.

     Finalmente alcanzamos la cota más elevada de la etapa, el Coll de Tudela (2240 m), en cuya carena herbosa hay una zona de pasto en la que encontramos a un par de caballos. Además de descansar, podemos dedicar un tiempo a observar el paisaje. Al Este, de donde venimos, tenemos en primer termino el Monteixo (2905 m) y al nordeste el macizo de la Pica d'Estats. Al oeste, a nuestros pies, el valle de Cardós, a donde nos dirigimos, y frente a nosotros despunta un horizonte de cumbres pirenaicas.

Coll de Tudela

Bordils Subirà

     Por este collado pasa una pista forestal que cruzamos. A partir de ahora, hasta nuestro destino, el camino será casi todo en descenso. Primero caminamos por una zona escasamente arbolada, cuya ladera sur está completamente plagada de piorno serrano, un tipo de genista que en el verano tiñe de amarillo el monte. Curiosamente, aquí se encuentra la aldea de Ginestarre, cuyo nombre deriva del de esta planta. En el valle se divisan las poblaciones de Esterrí de Cardós y Arròs de Cardós.

     Cuando llegamos a la Punta de Roquetes (1923 m), el GR-11 se incorpora a una pista forestal introduciéndonos en el pinar de pino negro con abedules, serbales de los cazadores y sauces cabrunos. Recorremos la umbría por la pista de tierra que nos lleva en cómodos giros al caserío de Bordils Sobirà (1480 m). Antes de llegar a él encontramos fresnos junto al camino y a la izquierda la Font des Planes.

     Atravesamos las calles del pueblo y a la salida seguimos una senda con escasez de arbolado manteniendo la cota un buen trecho, en dirección norte. Al poco cruzamos el riachuelo de la Casa Valle.

Camino de Tavascan

     El estrecho sendero, construido a tramos con losas de roca arenisca, se torna bastante aéreo, cortando la vertiente oriental del valle de Cardós. En algunos lugares el sendero ha desaparecido y se han instalado cables para asegurar el paso.

     En la ladera opuesta vemos parte de la etapa que realizaremos al día siguiente. A media ladera, el pueblo de Lleret y sobre él el Coll de Jou, luego la senda que lo une a Aineto, situado un poco más norte.

   Cruzamos otro torrente, el de Gimalo (1520 m), cuando empieza a extenderse la arboleda compuesta primero de abedules y serbales de los cazadores, y posteriormente de robles, mientras en el sotobosque prolifera el enebro enano.

Camino de Tavascan

    Cuando divisamos el embalse, descendemos precipitadamente hacia Tavascan, atravesando un denso robledal con avellanos. Quedan cerca de 2 km y 400 m de desnivel, por lo que la bajada es complicada y su dificultad se acrecienta por lo descompuesto del terreno que pisamos y las torrenteras que lo inundan en ocasiones.

     Entramos en Tavascan (1120 m) cruzando un puente sobre el río Lladorre, junto a una caseta de información del parque natural. Nos alojamos en Hotel Marxant, modesto pero con buena cocina tradicional y relación calidad-precio.

Tavascan