Estany de Perafita |
Por
el collado entramos en el circo de Perafita, ya en territorio
andorrano, e iniciamos el descenso del valle en el que se instaló
una de las lenguas del antiguo glaciar, el cual ocupaba buena parte
de lo que hoy es Andorra.
Pronto
vemos uno de los Estanys de Perafita (2380 m) al que se acerca el
camino. Caminamos por prados con manchas de rododendros, junto al
reguero que da origen al río de Perafita.
El Planell |
Continuamos
bajando suavemente y, poco antes de llegar a la Cabana, giramos a la
izquierda y nos introducimos en el valle del río Claror i Perafita.
El
Camí de Perafita, como se llama este tramo del GR, atraviesa un
exuberante paraje, tanto desde el punto de vista geológico, como
forestal y paisajístico. El descenso por el agreste y a veces
comprometido camino es lento pero atractivo.
Bosque mixto |
Las
laderas están tapizadas por mantos de derrubios de bloques de
considerable tamaño (tartera en catalán), fruto del
fraccionamiento de las paredes graníticas del valle por los efectos
de la crioclastia (dilatación y fracturación por los cambios de
hielo/deshielo).
Por
último, el abrupto río de Claror i Perafita, atraviesa bravamente
el valle formando rápidos, saltos y pozas.
Junto
al camino, a tramos empedrado, la Font Peixadera (1515 m) mana de una
gran roca partida, poco antes de alcanzar las Bordas de
Entremesaigues (1480 m). Este caserío se encuentra en la
confluencia de los valles y ríos Claror i Perafita y Madriu.
Tartera y río Claror i Perafita |
Aquí
se unen el GR-7 y el GR-11.10 que se dirige a Les Escaldes. Nosotros
ahora dejamos el GR-11.10 que nos ha traído hasta aquí ,y tomamos
brevemente el GR-7 hacia el Este (derecha). Remontaremos un kilómetro
el río Madriu hasta las casas de Ramio (1630 m) donde nos
reencontraremos con el GR-11 principal.
Ramio
se encuentra en un ensanche del valle, donde los sedimentos
cuaternarios han permitido la formación de prados y se han
construido bordas y cercados con muros de piedra seca.
Río Madriu |
Desde
aquí subimos la boscosa ladera de solana hacia el Oeste (izquierda)
para pasar por el Coll Jovell (1780 m). Entre los pinos aparecen
ejemplares de arce, mostajo y roble.
Por
el collado, descendemos siguiendo el Camí dels Matxos que ha sido
adaptado, con barandillas y zonas de descanso con bancos y mesas.
Comienza a proliferar el pino silvestre que acabará predominando en
los alrededores del lago. Pasamos junto a la Font de les Molleres y
atravesamos un corto túnel.
Llegamos
a una carretera asfaltada donde tomamos un carril bici que nos lleva
a las instalaciones de la central eléctrica. La sobrepasamos y
entramos en una pista de tierra que rodea el Estany d' Engolasters
(1620 m), dejando a un lado su presa. En este lago se pueden pescar
truchas y en sus alrededores hay varios restaurantes.
Estany d' Engolasters |
Esta ciudad es la cabecera de la parroquia del mismo nombre que
engloba también el núcleo de Pas de la Casa. Entre ambos formar
Grandvalira, el espacio esquiable más extenso de los Pirineos. En
consecuencia es un enclave turístico con gran cantidad de servicios
y hoteles. Nosotros nos alojamos en el Hotel Coray, que nos ofreció
comodidad a buen precio, además de estar cerca del GR-11.
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