Etapa 3. Espolla - La Jonquera



Distancia: 27 km
Desnivel acumulado en subida: 1480 m
Desnivel acumulado en bajada: 1470 m
Enlace al track de la etapa

Amanece en Espolla
    Salimos de Espolla hacia el norte por una pista asfaltada que lleva a Els Vilars. Al llegar al caserío, donde hay una fuente, retomamos el GR-11 por una pista de tierra y cemento.
Los materiales que vamos a encontrarnos en esta etapa van a variar a menudo. En Espolla abandonamos prácticamente las grauvacas, rocas detríticas de origen granítico, puesto que en los alrededores de Els Vilars aparecen de nuevo las lutitas negras, como ayer cerca del Mas de Pils.
Comienza la ascensión al Coll de l'Esparraguera por un bosquete de alcornoques, carrascas y robles. Tras el collado, apartada del camino, está la Font de la Verna, cerca del dolmen de Arreganyats. Aquí atravesamos un terreno con afloramientos de granito, mientras el bosque se espesa y observamos también madroños y arces, junto a brezos y helechos.
Dolmen de la Font del Roure
Seguimos ascendiendo por la pista, ahora al Puig de la Ruoreda, y al rato encontramos a la izquierda del camino el dolmen de la Font del Roure, sepultura megalítica del IV milenio aC. Para acceder al Puig abandonamos la pista y tomamos una senda por la izquierda, que rodea la cima y pasa por el Coll de la Llosarda.
Desde el collado iniciamos el descenso hacia Requesens por un estrato granítico, entrando de nuevo en el Parque Natural de L'Albera. Seguimos la agradable senda que atraviesa un hermoso bosque mediterráneo bien conservado y riquísimo en especies vegetales. Caminando bajo el dosel arbóreo encontramos carrascas, robles, acebos, arces, hayas, madroños, avellanos, ... muchos de los cuales son ejemplares longevos de gran tamaño.
Hayas
Durante la bajada cruzamos varios torrentes como la Riera de Mirapols y el Còrrec de Jaça Vella, junto a los cuales la vegetación se torna aún más exuberante con abundancia de helechos y zarzas.
La senda se convierte en pista cuando nos acercamos al Castell de Requesens que podemos ver a nuestra izquierda sobre un promontorio rodeado de la densa arboleda. Este castillo tiene su origen en el s. XI, pero fue reconstruido totalmente a finales del s. XIX por los condes de Peralada, para ser usado como residencia de verano.
Tras el cruce con la pista de acceso al castillo, que dejamos a nuestra izquierda, empiezan a verse algunas antiguas construcciones como los hornos para la fabricación de ladrillos, actividad muy extendida antiguamente en toda la sierra.
Después de un par de largos zigzag, donde empiezan a proliferar los castaños, llegamos al Còrrec de la Font Rovellada, un torrente junto al que se encuentra la fuente que toma su nombre de la gran cantidad de óxido de hierro que contiene el agua, y que tinta de rojo las rocas que baña. Unos metros más adelante llegamos a una explotación ganadera, entre cuyos edificios se encuentra la Cantina de Requesens, un restaurante-bar regido por una familia de Sant Climent. Bajo unos castaños de indias, en largas mesas de madera, podremos degustar los productos de la zona. Es necesario asegurarse que esté abierto.
Castell de Requesens
Continuamos por la pista de tierra hacia el oeste, en prolongado ascenso hacia el Coll de la Auleda. Poco antes de llegar al collado vemos una placa en memoria de 4 tripulantes franceses que se estrellaron con su hidroavión al intentar apagar un incendio en 1986. Los restos del aparato todavía se encuentran unos metros más adelante entre la montaña.
A continuación del collado seguimos una senda hacia el sur que asciende a La Barbota (778 m) cuya cima rodeamos por la derecha encontrándonos con los restos de otro gran incendio que se produjo en el verano de 2012. Alcanzamos el Puig dels Falguers (761 m) e iniciamos el descenso hacia La Jonquera por un sendero que ha sido excavado en la roca por el agua, formando un profundo reguero que, unido a la fuerte pendiente, hace más incómoda la bajada.
El devastador incendio ha dejado la roca madre al descubierto. En este caso se trata de una roca plutónica denominada Tonalita. La vegetación original ha desaparecido bajo el fuego y sólo brotan especies pirófitas. También rebrotan más abajo los troncos de los alcornoques, surgiendo las jóvenes ramas de debajo de la gruesa corteza.
Desde Puig dels Falguers
El GR pasa junto a la ermita de Santa Llúcia de estilo románico de los s. XII-XIII. Aquí hay dos fuentes, pero una está seca. La que mana se halla en la terraza inferior.
Seguimos bajando y llegamos a una pista que nos conducirá hasta La Jonquera, donde nos alojamos en La Pensión Marfil, económica, bien situada y con las comodidades justas. 

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