Distancia: 27 km
Desnivel acumulado en subida: 1480 m
Desnivel acumulado en bajada: 1470 m
Enlace al track de la etapa
Desnivel acumulado en subida: 1480 m
Desnivel acumulado en bajada: 1470 m
Enlace al track de la etapa
Amanece en Espolla |
Los materiales que vamos a
encontrarnos en esta etapa van a variar a menudo. En Espolla
abandonamos prácticamente las grauvacas, rocas detríticas de origen
granítico, puesto que en los alrededores de Els Vilars aparecen de nuevo las
lutitas negras, como ayer cerca del Mas de Pils.
Comienza la ascensión al
Coll de l'Esparraguera por un bosquete de alcornoques, carrascas y
robles. Tras el collado, apartada del camino, está la Font de la
Verna, cerca del dolmen de Arreganyats. Aquí atravesamos un terreno
con afloramientos de granito, mientras el bosque se espesa y
observamos también madroños y arces, junto a brezos y helechos.
Dolmen de la Font del Roure |
Desde el collado iniciamos
el descenso hacia Requesens por un estrato granítico, entrando de nuevo en el Parque Natural de L'Albera. Seguimos la
agradable senda que atraviesa un hermoso bosque mediterráneo bien
conservado y riquísimo en especies vegetales. Caminando bajo el
dosel arbóreo encontramos carrascas, robles, acebos, arces, hayas,
madroños, avellanos, ... muchos de los cuales son ejemplares
longevos de gran tamaño.
Hayas |
La senda se convierte en
pista cuando nos acercamos al Castell de Requesens que podemos
ver a nuestra izquierda sobre un promontorio rodeado de la densa
arboleda. Este castillo tiene su origen en el s. XI, pero fue
reconstruido totalmente a finales del s. XIX por los condes de
Peralada, para ser usado como residencia de verano.
Tras el cruce con la pista
de acceso al castillo, que dejamos a nuestra izquierda, empiezan a
verse algunas antiguas construcciones como los hornos para la
fabricación de ladrillos, actividad muy extendida antiguamente en
toda la sierra.
Después de un par de
largos zigzag, donde empiezan a proliferar los castaños, llegamos al
Còrrec de la Font Rovellada, un torrente junto al que se encuentra
la fuente que toma su nombre de la gran cantidad de óxido de hierro
que contiene el agua, y que tinta de rojo las rocas que baña. Unos
metros más adelante llegamos a una explotación ganadera, entre
cuyos edificios se encuentra la Cantina de Requesens, un restaurante-bar regido
por una familia de Sant Climent. Bajo unos castaños de indias, en
largas mesas de madera, podremos degustar los productos de la zona.
Es necesario asegurarse que esté abierto.
Castell de Requesens |
A continuación del
collado seguimos una senda hacia el sur que asciende a La Barbota
(778 m) cuya cima rodeamos por la derecha encontrándonos con los
restos de otro gran incendio que se produjo en el verano de 2012.
Alcanzamos el Puig dels Falguers (761 m) e iniciamos el descenso
hacia La Jonquera por un sendero que ha sido excavado en la roca por
el agua, formando un profundo reguero que, unido a la fuerte
pendiente, hace más incómoda la bajada.
El devastador incendio ha
dejado la roca madre al descubierto. En este caso se trata de una
roca plutónica denominada Tonalita. La vegetación original ha
desaparecido bajo el fuego y sólo brotan especies pirófitas.
También rebrotan más abajo los troncos de los alcornoques,
surgiendo las jóvenes ramas de debajo de la gruesa corteza.
Desde Puig dels Falguers |
Seguimos bajando y
llegamos a una pista que nos conducirá hasta La Jonquera, donde nos alojamos en La Pensión Marfil, económica, bien situada y con las comodidades
justas.
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