Etapa 21. La Guingueta d'Aneu- Refugi d'Amitges






Distancia: 21,6 km
Desnivel acumulado en subida: 1.794 m
Desnivel acumulado en bajada: 393 m

Enlace al track de la etapa


Estany de Ratera

Jou
      Dejamos La Guingueta d'Aneu (920 m) hacia el oeste por una pista asfaltada que parte de la carretera nacional junto al Hostal Orteu. Subimos suavemente junto al canal de desagüe del pequeño río de Jou, que atraviesa la campiña cercada por setos. En un cruce giramos a la derecha y, tras pasar unas casas, la pista finaliza en un sinuoso sendero que remonta la fuerte pendiente de la Solana de Jou.
     Cuando nos acercamos al pueblo de Jou (1301 m), el firme del camino ha sido empedrado, mientras observamos el barranco poblado por fresnos, avellanos, cerezos y abedules. En catalán Jou puede significar yugo de arar o paso entre dos montañas.
Camino a Estaís. Al fondo pistas de Espot
      Atravesamos el pueblo hacia el sur y salimos por la carretera asfaltada que da acceso a él. La recorremos ahora en suave ascenso, primero entre prados cercados y después por el bosque de Vellendo poblado por pinos silvestres y caducifolias. Cruzamos los barrancos de Lladeto y Vellendo. 
      A los 2,5 km dejamos la carretera por una senda a la derecha que nos llevará a Estaís (1400 m), después de recorrer la escarpadura de la Roca d' Estaís. Esta población está en lo que fue un lago formado en una cubeta entre las lenguas de los glaciares del Escrita y del Noguera Ribagorzana. Tras desaparecer los glaciares, el lago se colmató quedando una pequeña llanura colgada, que ha sido aprovecha para el cultivo y en consecuencia se le llama La Cultia (cultivo).
La Cultia (Estaís)
    Estaís pertenece al municipio de Espot y en él se encuentra la iglesia de Sant Esteve de origen románico del s.XI.
    Cruzamos la aldea hacía el sur, descendiendo precipitadamente por senda al fondo del valle de Espot. Cerca del Camping de la Mola, cruzamos la carretera de Espot y el Pont d'Estaís (1225 m) sobre el río Escrita. Aquí ascendemos brevemente la ladera de umbría por un camino empedrado a tramos y rodeado de pinos silvestres . A continuación llegamos a una pista que, hacia el oeste, nos conduce entre prados a Espot (1315 m).
     Entramos en la población junto a la pequeña presa y la atravesamos hacia el norte. Espot es hoy un centro turístico gracias a las pistas de esquí y el excursionismo, donde se encuentran todo tipo de servicios.
Pont Vell de Espot
    Abandonamos el núcleo urbano por el camino del Estany de Sant Maurici, cruzando el puente sobre el río Escrita conocido como Pont Romà o Pont Vell, aunque es de factura medieval.
     La umbría del valle del Escrita está poblada por un denso bosque mixto de pino silvestre y negro, con abetos, abedules y avellanos.
     A los 2 km, nos desviamos por la derecha y cruzamos el río Escrita por el Pont de Suar (1430 m), actualmente de madera. Tomamos una senda que asciende la ladera de solana, al principio entre setos de avellanos y después intercalando los prados y el bosque de pinos, abedules y abetos. Pasamos cerca de la Ermita de Sant Maurici d'Espot (1840 m) donde hay una fuente y posteriormente dejamos a la izquierda el desvío al refugio de Ernest de Mallafré, para acceder a la presa del Estany de Sant Maurici (1910 m), dentro ya del Parque Nacional de Aigües Tortes.
Estany de Sant Maurici

Camino al Estany de Sant Maurici
     Este gran lago tiene unos 800-900 m de largo por 150-200 de ancho. De su presa parte un canal de agua que alimenta la central hidroeléctrica de Espot. Es de origen glaciar, como la generalidad de los existentes en los Pirineos, aunque éste se formó en el fondo del valle por la acumulación de hielo en la confluencia de varias lenguas de glaciar, mientras que son más numerosos los que se excavaron en los circos, a mayor altitud. Se calcula que aquí el hielo llegó a alcanzar los 400 m de espesor. En los alrededores del lago encontramos pinos negros, abetos, serbales de cazadores, sauces y abedules.
Els Encantats, estanys de Ratera y de la Bassa
 desde el refugio de Amitges
     Al sur del lago, imponiéndose sobre el paisaje, están Els Encantats. La esbelta montaña, posee dos cumbres gemelas en forma de agujas, el Petit Encantat (2733 m) al Este y el Gran Encantat (2748 m) al Oeste. Excepcionalmente está formada por rocas calizas metamórficas fuertemente plegadas de unos 390 millones de años de antigüedad, mientras que la zona es mayoritariamente granítica.
     Junto a la presa alcanzamos la pista de tierra que comunica Espot con el refugio de Amitges y que vamos a seguir hasta nuestro destino.
     Desde el porche de madera con información del parque, continuamos el ascenso cortando los conos de deyección de los Canals de Pui Pla, cuya cumbre de 2825 m tenemos sobre nuestras cabezas. Se mantiene el pino negro y en las zonas más húmedas, que coinciden con los abanicos aluviales y corredores de aludes, prosperan los abedules. El matorral lo compone sobre todo el rododendro y el enebro enano.
Camino a Amitges
      Pasamos junto a un desvío que se acerca a la cascada de Ratera y a continuación cruzamos el Gual de Ratera (2110 m), muy cerca ya del Estany de Ratera (2130 m). Éste es otro lago originado en una cubeta glaciar, a los pies del circo de la Coma de l'Abeller -entre los picos de Basiero (2907 m), Montsaliente (2890 m) y Pui Plà (2825 m)-, por donde se precipita la cascada del Barranc de l'Abeller.
       Bordeamos el lago por el sur y poco después, en un cruce, dejamos el GR-11 para desviamos a la derecha hacia el refugio de Amitges, pasando por el pequeño Estany de la Bassa (2173 m). Alcanzamos el refugio en la cota 2385 m, rodeado de un paisaje granítico y de modelado glaciar, sobre el Estany Gran d'Amitges, en el límite altitudinal del pino negro.
Estany de la Bassa
     Sobre nosotros están Les Agulles d'Amitges dos impresionantes monolitos graníticos de 2661 m de altitud, que formaban parte de la cresta que separaba dos circos y fueron pulidos por la acción glaciar, cuyas huellas son aún visibles.
     El Refugi d' Amitges es todo un lujo en un paraje de extraordinaria belleza. Las instalaciones son cómodas, a pesar de tener grandes habitaciones con literas corridas. La comida está bien y es abundante. Los servicios son suficientes, salvo en temporada alta, y hay duchas con agua caliente. Pero lo que más se agradece es el buen trato que te dispensan los guardas del refugio, después de una dura jornada.

Refugi d'Amitges y Agulles d'Amitges

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